Ella
Podrías decir que tu vida estaba “tranquila”, y con tranquila te referías a Francisco, quien
no menciono más el tema de los celos, ni a tu vecino, estabas bien con eso…pero
mucho más con la idea de que haberlo engañado no te afectaba mucho…bah, no te
afectaba en nada, es más, estabas contenta de haberlo hecho, y no solo por
“venganza”, sino por el bombón que fue el elegido para tu venganza….el solo
recordar a Marcos te ponía la piel de gallina, aunque él ni siquiera hubiera
estado en todos sus cabales.
Hoy tu venia tranquilo, primero
porque lograste estudiar toda la mañana sin distracciones, lo que era genial
porque te quedaban las últimas tres materias y por fin conseguirías tu titulo.
Segundo porque hoy tenías un almuerzo de hermanos, el mismo almuerzo que se
llevaría a cabo en tu departamento, hoy eras la anfitriona y tendrías que
preparar la comida. La cocina no era tu fuerte pero si querian comer en tu
casa, se la tendrían que bancar. Asi que ni bien llegaron las doce del mediodía,
comenzaste con tu labor de poner al horno las milanesas, y poner a hervir papas
para el puré.
El primero en llegar fue Gonzalo, tu hermano mayor de 27
años, quien dejo tirada toda su ropa y que encima te saqueo la heladera en
busca de algo masticable que pueda saciar su hambre. Luego llegaron Eugenia que era la que seguía a
Gonzalo con 25, y Virginia, la más chica con 22, la que siguió a vos, ustedes
eran las mas cercanas, por la edad y por la cercanía de sus viniendas, se
llevaban un año y se consideraban las mejores amigas. Los cuatro eran muy
unidos, y gracias a Dios estos almuerzos sucedían seguido…Amabas tenerlos,
amabas pasar momentos con ellos, llenos de alegría y sonrisas. Una vez que la
comida estuvo lista, todos pusieron la mesa y vos terminaste de servir.
-¿Esta rico?—preguntaste riendo una vez que empezaron a
comer, la mesa era un completo silencio—
-Muy…gracias por ponerle queso a las milanesas, estan
geniales—dijo Gonzalo con la boca llena—
-¡nene! ¡cerra la boca!—dijiste retándolo—
-¡dejen de pelear!—dijo Eugenia—
-sh, calma…¿Cómo estan hermanitos?—pregunto Virginia
mientras tomaba un poco de jugo—
-todo bien, el trabajo pesado como siempre…y nada, ¿ustedes?
¿mis chiquitas?—pregunto refiriéndose a vos y
a Virgi, dejando a Eugenia completamente afuera—
-Yo tambien, estoy perfecta ¿sabes?, hijo de puta—le dijo
ella a el, luego comenzaron a reir—
-Todo bien Gon, hoy estudie toda la mañana, hasta que tuve
que hacerles de comer—dijiste mirándolos mal—
-Traje postre, no te quejes—dijo el y reíste, era enserio,
habia traido postre—
-Yo todo bien, el trabajo todo bien, y la semana que viene
voy a inscribirme en la carrera. Mis horarios son re acomodables—dijo ella
riendo—
-¿me das un poquito de tu sueldo?, amo dar las clases en el
gimnasio pero a veces no tengo ganas de ir—dijiste riendo—
-Ni se te ocurra dejar…porque sino yo no tomo enserio mi
dieta—dijo Eugenia y comenzaste a reir—
-Es verdad…no dejes, tus clases son lo mas—dijo Virgi
sonriéndote. Dabas clases de aerobic, al principio lo hacias por hobbie, pero
cuando tu profesora quedo embarazada, te propuso dar las clases vos misma, y
con sueldo incluido. Rápidamente aceptaste porque te encantaba—
-Callate, si ni siquiera vas—dijiste—
-Mejor que no vaya…mucho macho suelto por ahí—dijo Gonzalo y
vos reíste—
-pf…si vieras los machos que van—dijiste. Habian chicos
lindos…para mirar obviamente, pero ninguno que valiera la pena…entre ellos
Francisco, ahí fue donde lo conociste, pero por suerte habia abandonado para
empezar Crossfit, y que bueno que lo hizo—
-Y tampoco quiero ver, quédate tranquila….ya conozco a uno y
no quiero mas de esos—dijo refiriéndose a Francisco—y hablando de el
innombrable, ¿Qué onda? ¿Cuándo cortan?—pregunto haciéndote reir—
-¿me crees si te digo que lo estoy pensando?—dijiste y todos
dejaron caer sus cubiertos para mirarte con las bocas abiertas y las caras
llenas de sorpresa—
-¿Qué? ¿Cómo que vas a cortar?—pregunto Virginia—
-eso, ¿Cómo que vas a cortar?—pregunto Eugenia tambien, un
poco sorprendida por lo que acababas de decir—
-Si…es muy celoso, me estoy cansando. Hace poco me hizo una
escena con el vecino asqueroso que vive arriba, ustedes lo conocen, o sea…¡que
asco!, y bueno, nada, se lo dijo la vieja del “C” y le creyó—dijiste
encogiéndote de hombros—
-¿no te pregunto antes?—pregunto Gonzalo, y negaste con la
cabeza—
-Nop—dijiste—
-terrible pelotudo es…y si, déjalo—dijo y volviste a reir—
-te dije que lo estoy pensando…es una posibilidad, pero no te prometo
nada—dijiste agarrando su mano por encima de la mesa, el la beso y te sonrio—
-¿y ustedes dos? Las eternas solteras…bah, no me molesta que
lo estén, obviamente, pero como estan muy calladitas….deben tener algo
escondido—dijo el, mirando a Virginia y Eugenia, las dos se sonreían, pero
ninguna emitia palabra alguna—
-¡Hey! ¡contesten!—dijiste, queriendo saber tambien—
-Yo estoy conociendo a alguien, a Mauro, el pediatra al que
lo trasladaron a la clínica—dijo ella, y vos sonreíste, sufria cuando lo veía
de vez en cuando en las guardias que hacia en la clínica, pero ahora que estaba
de forma fija…tu hermana estaba feliz—
-y yo…nada, mas sola que un perro—dijo ella sonriendo, vos
la miraste de manera picara y ella te
saco la lengua—
-Solo porque quiero comer el postre te dejo en paz—dijo
Gonzalo, levantándose para buscar el helado—
-Déjenla…si dice que no hay nada, debe ser asi—dijo Eugenia,
comenzando a juntar los platos—
-De verdad que no hay nada…nunca tuve problemas en contarles
la verdad, ¿para que mentirles?—dijo Virgi y te miraste con Euge para luego
encogerte de hombros. Virchu tenia razon, siempre contaba sus amoríos, era la
que menos problemas tenia con sacar a la luz esas cosas—
-¿y vos Gonzalo?—preguntaste una vez que se sento—
-¿yo?...enamorado de la misma, la que no me da ni cinco de
pelota—dijo y ustedes rieron—
-Esta muerta con vos…pasa que vos no activas Gonza—dijiste y
el te sonrio—
-Ojala—dijo el, y la que estaba muerta con el era Pia, tu
mejor amiga…lo sabias perfectamente, pero tu hermanito no hacia nada por
“conquistarla”—
El almuerzo con tus hermanos se termino pasadas las tres de
la tarde, y nuevamente quedaste sola.
Esta vez te dispusiste a dormir la
siesta, mas tarde tendrías que ir al gimnasio…Ni bien apoyaste la cabeza sobre
la almohada, largaste un suspiro seguido de una sonrisa, amabas estos
almuerzos. Los amabas a ellos.
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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Cinco, que espero les guste y mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.
Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.
Cómo que no vas a subir mañana??? Está buenísima, aunque sea hacelo por las que comentamos siempre Belu.
ResponderEliminarbuenisimoooo. M
ResponderEliminarMuy lindo el capitulo!!! Me gusta la idea de la nove... Tengo intriga por el vecino de Paula
ResponderEliminar...
super buenísimo @pedropaulaoli4
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