miércoles, 30 de septiembre de 2015

Capitulo 30




El






Aun estabas dando vueltas en tu oficina, no sabías que hacer…tu reloj parecía estar siguiéndote por todos lados, recordándote a cada momento que la hora de la entrega de diplomas de Paula se acercaba. Mirabas hacia arriba y pedias a Dios y a todos los santos que te dieran la respuesta.


Te pasaste las manos por la cara una y otra vez, como si así lograrías encontrar la respuesta a qué hacer. Miraste el reloj una vez más, y tomaste tus cosas para dirigirte a tu casa…ya no tenía caso que siguieras en la oficina si lo único que hacías era dar vueltas alrededor de tu escritorio.


Lo primero que hiciste al llegar a tu departamento fue mirar el reloj, aún quedaba un poco más de una hora para que el acto comenzara. Suspiraste y dejaste todas tus cosas sobre el sillón del living. Te quitaste la ropa y entraste al baño para darte una ducha, quizás así podrías dejar de pensar un poco en eso, y en Paula. Virginia te había invitado nuevamente a la cena y a la fiesta que hacían luego, pero te negaste rotundamente, no te creías capaz de poder acercarte a Paula sin querer tocarla ni abrazarla, te iba a ser sumamente imposible.


Dejaste que el agua se llevara todos tus pensamientos, aunque luego de que la ducha acabara el intento hubiera sido inútil. Saliste del baño y te dirigiste a tu habitación…otra vez el reloj llamo tu atención, tu vista se desvió al ropero… ¿y si te arriesgabas?, miraste una vez mas el reloj, antes de caminar al ropero y comenzar a elegir camisas.



Tenías poco mas de cuarenta minutos para terminar de alistarte y llegar al acto. Comenzaste a cambiarte a velocidad luz, una vez que terminaste, te perfumaste y tomando tus llaves saliste del departamento.

El transito era un caos, y tenías miedo de no llegar a verla…considerando su apellido, estaría cerca de los primeros nombres. Manejaste lo más rápido que te fue posible, y una vez que pudiste estacionar, el alma te volvió al cuerpo…claro, no del todo, porque ni bien bajaste, tuviste que correr hacia el lugar. Cuando llegaste, pudiste escuchar que estaban llamando a los alumnos. Tu corazón comenzó a latir fuertemente cuando comenzaron a llamar a los apellidados con letra “C”.

Empujaste un poco entre la gente y si bien estabas atrás, podías ver perfectamente. Y si antes tu corazon latia con fuerza ahora lo hacia desbocado , habias escuchado perfectamente.









-¡Chaves, Paula!—dijo, el que suponías el encargado del acto. Y ahí pudiste verla, sonriente, radiante…hermosa como ella sola. Tenía puesto un vestido largo, color cremita , uno muy sencillo pero que la hacía ver preciosa y elegante a la vez. Suspiraste por ella…cuantas ganas de abrazarla tenias.






Su familia se puso de pie para aplaudirla…y ella les agradeció ahí arriba, estaba dando las gracias a los que estaban presentes, cuando su mirada se encontró con la tuya. Tu respiración se cortó, y tus manos comenzaron a sudar. Ella se quedó muda y lo único que pudo hacer fue devolver el micrófono y bajar del pequeño escenario. Y te preguntaste si a ella le gusto haberte visto…quizás no y solo fuiste un mal trago.

Te diste la vuelta. Ya no tenías más nada que hacer ahí, no tendrías que haber venido. La habías puesto mal cuando tendría que ser el día más feliz de su vida. Su carita cuando te vio…y ahora te sentías una basura.

Te sacaste el saco que traías puesto y te lo colgaste en uno de tus antebrazos para luego meter las manos en los bolsillos de tu pantalón y comenzar a caminar hacia la salida. Y una vez mas, su sonrisa y su hermosura volvieron a asaltar tus pensamientos.









-¡Pedro!—escuchaste que te llamaron y cuando te diste la vuelta…tu corazón casi se sale de tu pecho. Creías que era una ilusión, pero no podias estar tan loco…era Paula, era ella quien venia caminando a paso rápido hacia vos. te detuviste en seco y esperaste a que llegara—

-Pau—dijiste, con unos nervios tremendos—

-pense que estaba loca—dijo ella, y miraste tras ella, los pasillos estaban vacios, y es que el acto todavía seguía—

-¿Qué haces aca?...tenes que estar ahí adentro—dijiste—

-queria estar segura de que eras vos…¿Qué haces aca?—pregunto ella esta vez, y miraste hacia abajo—

-yo…quería verte recibir tu titulo, mi intención no era que me vieras, no quise ponerte mal—dijiste y ella te miro—

-No me pusiste mal…me sorprendí un poco, no esperaba a que vinieras—dijo ella encogiéndose de hombros, y vos le sonreíste—

-estas hermosa Pau…y felicitaciones, estoy orgulloso de vos—dijiste lo que querias decirle…eran muchas las cosas que te quedaban por hacérselas saber, pero con esto bastaba—

-Gracias Pepe… como me gustaría que las cosas fueran distintas, pero lamentablemente son asi—dijo ella largando un suspiro—pero, ¿me das ese abrazo que me dijiste por mensaje?—pregunto ella, un poco timida, pero hizo que tu corazon latiera de alegría—

-Obvio que si hermosa…obvio que si—dijiste y la abrazaste, apretándola contra tu pecho, aspiraste su aroma, y pensaste en las noches que pasaste junto a ella, que aunque fueron pocas, las disfrutaste—bueno…tenes que volver, se van a dar cuenta que estas tardando mucho—dijiste, y ella te apreto un poco para luego separarse—

-si, tenes razon—dijo ella, y se acomodo un mechon de pelo detrás de la oreja. Te atreviste a llevar tu mano a su mejilla para acariciarla—

-que sigas disfrutando de esta noche…como te lo mereces—dijiste, y tomando valor, la tomaste del rostro y dejaste un beso en sus labios. Ella se separo de a poquito y sonrió, lo que no esperabas era que ella volviera a acercarse a vos y te besara…pero no uno chiquito, uno que casi te dejo sin aliento—

-Gracias…por venir, me gusto mucho que lo hicieras—dijo ella, vos le sonreíste y tomaste su mano para dejar un beso en ella—

-Chau Pau—dijiste y besaste su mejilla por ultima vez—




Te diste la vuelta, y caminaste hasta la entrada. No miraste hacia atrás, sabias que ella seguía allí parada, y de lo contrario, volverías a tomarla entre tus brazos…y no solo eso, hasta quizás te la llevabas con vos.

  

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martes, 29 de septiembre de 2015

Capitulo 29





Ella







No podías creer que por fin lo habías logrado.

 Lo que con tanto esfuerzo habías esperado, por fin llego, habías sacado la última materia que te quedaba para poder recibirte.


Y esta tarde lo harías con todos los honores que esto acarrea. Hoy se llevaría a cabo la entrega de diplomas. Toda tu familia estaría presente viendo como por fin conseguías tu titulo y no podias estar mas feliz…aunque la realidad era…que tenias mas motivos para estar en tu cama y llorando, pero no lo harias.



Suspiraste y una vez más…tus recuerdos se desviaron a Pedro. ¿Qué estaría haciendo en este momento? La verdad era que aun tenias que darle una respuesta definitiva, como te lo había dicho el mismo, pero no tenias la suficiente valentía como para decirle que debían alejarse para siempre, no querias que esose hiciera realidad…no querias estar lejos de el cuando lo único que querias era estar entre tus brazos.

Tu cabeza era un enriendo, no sabias que estaba pasando con vos, con el…con lo que sentias, todo esto era nuevo y se te estaba haciendo imposible manejarlo.

Te acomodaste en el sillon, mientras ponías tus piernas por encima de la mesa ratona…¿Qué tenias que hacer?. Sabias perfectamente que era lo correcto, pero no querias aceptarlo, te costaba y mucho. 

Te imaginaste a vos en las dos situaciones…diciéndole a Pedro que debían alejarse, y como seria tu realidad luego de eso. Vos…teniendo que verlo con tu hermana, aunque existía la posibilidad de que ellos terminaran. La otra…el terminando con tu hermana…y ella muy triste. El terminando con tu hermana, y vos y el…alejados.  El con tu hermana….y ustedes dos estando a escondidas. Todas posibles hipótesis…pero ninguna una solución, aunque si habia una, pero…no te creías capaz de hacerla realidad.

Escuchaste el ruido de la puerta, y te levantaste para abrir,  no tenias ni la menor idea de quien se trataba, pero ahora lo averiguarias. Y te encontraste con Francisco frente a vos, te hubiera gustado suspirar de bronca pero no lo harias…y habia llegado el momento.








-Hola mi amor—dijo el, entregándote una rosa. Vos la agarraste y te pusiste a un costado para que pudiera pasar—

-Hola Fran—dijiste, y el se acerco para darte un beso, acción que utilizaste para correr la cara—

-¿Qué pasa?—pregunto el, mostrándose confundido ante lo que acababas de hacer—

-tengo que hablar con vos Francisco—dijiste y caminaste hasta el living para sentarte en el sillon. El te siguió e hizo lo mismo que vos—

-Me estas asustando gorda—dijo el, fingiendo una risa, y lo habias notado—

-No, no te asustes…es algo de mi, que me viene pasando hace un tiempito—dijiste y el te miro—

-¿Qué cosa?—dijo el  interrumpiéndote—

-Fran…yo ya no me siento igual, ya no siento lo mismo—dijiste haciendo una pausa, el te miro como si le hubieran dado una cachetada—

-¿Qué queres decir?—pregunto el—

-estoy diciendo lo que creo que estas pensando Fran…ya no siento lo mismo por vos, y no quiero seguir con esto—dijiste—

-Pero Pau—dijo el y lo interrumpiste—

-Son un buen pibe…pero, estuvimos en muchas situaciones que lograron hacer que todo me de igual 
entre nosotros, y eso paso…y me parece que lo mejor es terminar—dijiste—

-si es por lo de tu vecino…fue sin querer mi vida, yo…soy muy celoso, pero yo te amo, y por eso lo hago—dijo el, muy rápido, casi te costo entender lo que dijo—

-No fue lo único Fran…pero ya esta, ¿si?, no lo hagamos mas difícil—dijiste y el te miro—

-Hay otro, ¿no?—dijo el, y por un momento te pusiste tensa, al pensar que ese otro era su mejor amigo…pero no era solo ese el motivo para terminar esto—

-No Francisco…no hay otro, y si lo hubiera tampoco te lo diría—dijiste y el se levanto—

-¿Quién es? ¡¡¡¿Quién es Paula?!!!—dijo el elevando su voz, mucho para tu gusto—

-No grites…no hay nadie—dijiste, y el te miro, para luego soltar una risita ironica—

-si…¿por eso queres terminar tan de repente?—dijo el, sonriéndote, obviamente que con ironia—

-no es de repente…lo vengo pensando hace un tiempo—dijiste encogiéndote de hombros—

-con razon tu frialdad…con razon querias estar sola todo el tiempo…bueno, o no se que tan sola, de seguro andabas revolcándote  con otro tipo—dijo aumentando tu enojo, y no te lo aguantaste, sino que que le pegaste una cacheta, y una con mucha fuerza. El te miro—

-por estas cosas y por muchas mas, estoy dejando de ser la boluda que dejo que te cruzaras en su camino. Sos un estúpido, ¡y ándate de mi casa!—dijiste gritando y señalándole la puerta—

-Me voy yo solo…no hace falta que me eches. Me estoy sacando una pendeja de encima, pero a la pendeja que mas quise, ¡chau Paula!, que seas feliz con el otro, porque a mi no me mentis—dijo el dándose la media vuelta para luego caminar hasta a puerta—







Una vez que estuviste sola nuevamente, pudiste respirar…estabas en calma. Ahora podías estar tranquila. Ya no tenias ninguna atadura….bueno, en eso no habia nada de cierto, porque tenias una y muy grande, a Pedro, a quien no querías ni podías soltar, porque no te pertenecía. Suspiraste y en ese momento tu celular anuncio la llegada de un mensaje, uno que no habias esperado, pero que logro sacarte una sonrisa con solo ver el nombre de quien lo habia enviado.








-Hola Paupi…me entere que sacaste tu ultima materia, no me animaba a escribirte, pero no queria dejar de decirte que estoy muy feliz por vos, feliz y orgulloso. Estoy al tanto de todo el esfuerzo que le pusiste para llegar hasta aca y lo lograste. Me encantaría poder darte un abrazo y felicitarte en persona, pero voy a tener que conformarme por este medio. Felicitaciones hermosa!.—leiste cada palabra con atención…una y otra vez. As ganas que tenias de abrazarlo eran inmensas, pero en las circunstancias en las que estabas y debiéndole una respuesta, eso no era posible. Suspiraste y escribiste un corto agradecimiento. Te hubiese encantado ponerle que te gustaría verlo, pero no podias. Apretaste la tecla enviar. Cuantas ganas de estar en sus brazos, pensaste internamente.





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lunes, 28 de septiembre de 2015

Capitulo 28





El





¿Cómo hacías para dejar de pensarla?, no lo sabias, ni lo habías podido descubrir en días. El recuerdo se sus besos no te dejaba en paz, de sus ojos, de su sonrisa…el sonido de su risa.

Te acomodaste en tu sillon, para tirar la cabeza hacia atrás y largar un profundo suspiro…te era imposible no pensar en ella. En ese momento la puerta de tu oficina se abrio, y Virginia hizo acto de presencia, ella y su sonrisa, y nuevamente te acordaste de Paula. Le sonreíste, ella era tan buena…tan buena pero era el motivo de tu alejamiento de Pau.







-Hola gordito—dijo ella, saludándote con alegría—

-Hola Virgi…¿Cómo estas?—preguntaste y ella te tiro un beso—

-Bien…pero ahora que te veo mejor—dijo ella, acercándose a vos, dándole la vuelta a tu escritorio, para luego sentarse en tu regazo—¿estas cansadito?—pregunto acariciando la parte d tu pecho que estaba al descubierto—

-Un poco…me duele la cabeza—dijiste vos y ella se acerco para besar tus labios. Hubieras querido negarte, pero…pensabas en Paula y en la carga que era para ella todo esto—

-¿si? ¿te gustaría que te haga unos masajitos?—pregunto ella, y si….los necesitabas, esa era la verdad—

-no estaría mal…me relajaría un poco—dijiste vos y ella te sonrio para besar tu mejilla. Con mucho gusto entonces—dijo ella y se puso de pie mientras te tomaba de la mano y te hacia pararte para llevarte a los sillones que estaban ahí, una vez que empezó con los masajes, comenzaste a relajarte…se le daba bien estas cosas. Y te fue imposible no recordar los masajes que le hiciste a Paula…volviste a suspirar—

-Mi amor—dijo Virginia—

-¿Qué pasa gorda?—dijiste—

-Mañana es la fiesta de mi hermana…¿te gustaría ir conmigo?—pregunto ella, y tu corazon comenzo a latir—

-¿Qué fiesta? ¿y que hermana?—preguntaste, imaginabas que hablaba de Paula…pero querias confirmarlo—

-Si…Pau rindió su ultima materia, y salio bien…mañana técnicamente se recibe, es la entrega de diplomas, y despues una cena—dijo  y no pudiste evitar sentirte orgulloso de ella, habia logrado su objetivo, sabias que se habia esforzado mucho, lo habias escuchado por boca de Gaston—

-¿si? Que bueno—dijiste—

-¿queres venir conmigo?—pregunto Virginia de nuevo. Obviamente te gustaría presenciar ese momento, poder aplaudirla…poder verla logrando lo que tanto se propuso…¿le alegraría verte?—

-Me enantaria—dijiste y ella beso tu mejilla—

-asi puedo presentarte a mis papas—dijo ella y te pusiste tenso de repente…una cosa era conocer a su hermana, pero otra muy distinta era conocer a sus padres….eso lo hacia todo un poco mas formal…y complicaba mas la situación con Paula—

-¿tus papas?—preguntaste y ella solto una risita—

-si…¿no queres?—dijo ella todavía riendo—

-me da un poco de miedo…¿no te parece muy pronto?—dijiste y ella acaricio tu cuello—

-no…pero si no te sentís seguro todavía, podemos inventar que sos un amigo de mi hermano—dijo ella y respiraste—

-eso me gusta mas—dijiste y ella se acerco para besar tu mejilla—

-Ahora hablo con el…ya les habia dicho que tenia novio, asi que, te van a conocer—dijo ella—

-¿tu hermano no pensara que soy alguien que no quiere compromisos no?—preguntaste por si acaso. No querias sentirte inhibido—

-si te parece mejor…podrias venir despues de la cena,  cuando se arma la fiesta, mis papas no van a quedarse ahí, y capaz estas mas comodo—te dijo ella—

-Si…mejor—dijiste riendo y ella volvió a besar tu mejilla—

-¿queres cenar en casa hoy?...te cocino lo que quieras—dijo ella, y aunque te hubiese gustado decir que no, pensaste que ya la habias rechazado muchas veces como para decirle que no una vez mas—

-Dale…cenemos—dijiste—

-¿Qué te gustaría comer?—pregunto—

-Tengo ganas de unas hamburguesas….pedimos asi no tenes que hacer nada—dijiste—

-No…yo te las hago, me gusta cocinar—dijo ella y sonreíste—

-Gracias entonces…¿queres que lleve helado?—preguntaste—

-¡ay si!—dijo ella alegremente y riendo…como te gustaría escuchar la risa de Paula en este momento…era un golpe de alegría esccuharla reir…y era eso justamente lo que necesitabas, su alegría, que te contagiara esa hermosa sonrisa—¡Pepe!—dijo Virginia de repente sacándote de tus pensamientos—

-¿Qué? ¿Qué pasa?—preguntaste un poco asustado—

-te estaba hablando amor—dijo ella—

-perdon…estaba pensando en mama—dijiste mintiendo. Obviamente no era en tu madre, si no en Paula—

-¿Si? ¿el bebito extraña a mama?—dijo ella haciéndote reir—

-no soy ningún bebito…y no, no extraño a mama, estoy pensando en que mañana almuerzo con ella—dijiste y eso era cierto, vos y tus hermanos estaban citados para almorzar mañana—

-¿te van a consentir entonces?—pregunto—

-Si…creo que si, como siempre—dijiste y ella volvió a reir—

-¿te paso un poquitito el dolor?—pregunto ella, besando tu sien—

-Un poquito…necesito dormir la siesta y con eso voy a estar bien—dijiste—

-¿te falta mucho trabajo por terminar?—pregunto ella—

-y…un poco bastante…pero ahora que estoy relajado puede que termine mas rápido—dijiste vos, y tomaste su mano para dejar un beso en ella—

-¿si? Que bueno haber ayudado un poco entonces—dijo ella, y dio la vuelta, para volver a sentarte en tu regazo—¿me das un beso?—pregunto, e inevitablemente recordaste esos jueguitos que hacían con Paula para lograr que ella te diera un beso…los masajes, las apuestas…todo. sonreíste por inercia y ella se acerco para besarte—tomo eso como un si—dijo ella, acortando la distancia y besandote completamente—







Cerraste los ojos con fuerza, y esperaste a que terminara. En ese momento el teléfono de tu oficina sono, y lo agradeciste, como necesitabas de los besos de Paula.


Virginia se levanto y te dejo ponerte de pie, atendiste la llamada y ella te dejo a solas. Una vez que cortaste la llamada, largaste un suspiro…uno mas en nombre de Paula. ¿Qué estaría haciendo? ¿seguiría llorando?...en verdad no te gustaría imaginártela asi para nada, pero era una opción…o quizás estaría pensando en vos como vos lo hacias con ella…ahí ya no sabias. Cuantas ganas de verla tenias…y ahora tenias una posibilidad. Mañana, cuando le entregaran el diploma, estarías allí de alguna manera, para aplaudirla…y para poder decirle lo orgulloso que te sentías.



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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo veintiocho , que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

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domingo, 27 de septiembre de 2015

Capitulo 27



Ella






Había pasado un poco más de una semana…semana y días que te habían servido para poder estudiar, y sacar la última materia que te quedaba. Tus amigas habían ido a tirarte la famosa mezcla a la facultad, una mezcla totalmente asquerosa, para luego pasearte por la ciudad en el baúl del auto.  

Semana y días en los que habías podido despejarte al menos un poco de todo este problema…de olvidarte un poco de la culpa que sentías al ver a Virginia.

Hoy, como todos los jueves, era el día de hermanos…aun no sabias como harías frente a la situación, tenerlos a todos juntos, y a Virgi, y vos…haciendo como si nada estuviera pasando, cuando en realidad estaba pasando de todo. y hablando de ella, fue la primera en llegar.








-Hola gorda…¿Cómo estas?—pregunto ella con toda la alegría del mundo—

-Hola Virgo…todo bien, y ¿ y vos?—dijiste vos, mientras ella besaba tu mejilla—

-Bien….con mucha hambre, ¿Qué nos vas a cocinar?—pregunto y vos reíste-

-todavia nada…estoy pensando en hamburguesas pero porque es lo único que tengo, y si no les gusta, pídanse comida flacos—dijiste haciéndola reir—

-Nah, mientras le pongas mucho queso, mucho jamon, mucha lechuga y mucho tomate, todo bien—dijo ella—

-ah, todo queria ella…con suerte tengo el pan tesoro, anda a comprar—dijiste—

-Neh…ahora lo mandamos a Gonzalo—dijo ella y volviste a reir, en ese momento, tocaron la puerta, y supieron que uno de los dos hermanos que faltaban habia llegado—

-anda a abrir loca—dijiste y ella fue—¡hola Gon!—la escuchaste saludarl alegremente, como hacia siempre, como era ella—

-Hola enana…¿Cómo estas?—dijo el, caminando hacia vos, con ella prendida a su cuello—

-bien…te extrañe, te olvidas de mi—dijo ella—

-nada que ver—dijo el—hola jirafa—te saludo y vos lo miraste con una sonrisa—

-hola Gon—saludaste y te acercaste para darle un beso—

-¿Por qué no estoy sintindo el olor a comida?—pregunto el, y vos reíste—

-¿sera porque no hay nada que comer todavía?—dijiste vos y el abrio los ojos con horror—

-¿Cómo que no hay nada todavía? ¿Por qué? ¿Qué paso Paula? ¡estoy famélico!—dijo y vos rodaste los ojos, era un exagerado a veces…o bueno, no estaba exagerando pero, era un muerto de hambre—

-No exageres…ya voy a cocinar, hamburguesas es lo único que hay, asi que no te quejes….ah, y anda a buscar lechuga y tomate a la verduleria porfa…cuando vuelvas ya va a estar todo listo—dijiste—

-Si…como vos digas señorita—dijo el haciéndote reir-

-ei…anda enserio, asi esperamos a que venga Euge tambien—dijiste—

-dale anda—dijo Virginia—y trae helado de paso tambien, o chocolates, o frutillas…o palitos de la selva—dijo ella alegre—

-si, bueno…¿algo mas?—pregunto Gonzalo—

-mmm no, nada mas…o bueno si, la crema para las frutillas—dijo Virginia haciendo reir a tu 
hermano otra vez—

-Me voy a buscar las verduras…pero porque yo quiero, no porque ustedes me lo dicen—dijo el y volvieron a reir—

-si Gon, si…anda—dijiste y el les saco la lengua—

-trae el postre eh…sino no entras y te quedas sin comer—dijo Virginia—







La puerta se cerro, y ella hizo un bailecito acercándose a vos…vos la miraste con una sonrisa.






-¿y a vos que te pasa?—preguntaste—

-nada…estoy enamorada—dijo ella dando vueltitas y tu corazon se apreto—

-ah…que bien—dijiste y en ese momento, escucharon que tocaron la puerta, suspiraste, Euge te habia salvado esta vez—abri porfa, voy a poner a calentar la plancha—dijiste y ella te obedeció—

-¡Hola pichonas!—dijo Eugenia con un cantito—

-Hola Euge—la saludaste con un abrazo—¿Cómo estas?—preguntaste—

-todo bien loca…¿y vos? ¿te ayudo en algo?—pregunto de paso, mientras te veía prender la cocina—

-No gracias…me alegro gorda—dijiste—

-¿ponemos la mesa?—pregunto Virgi y todas asintieron—









Mientras terminaban de poner la mesa, Gonzalo llego con lo que habían pedido, mas un chocolate para cada una de sus hermanas, obviamente le agradecieron y no lo dejaron hacer nada mas, bah, como era siempre, el era el único varon y a veces se pasaban con las atenciones para el, pero era mutuo, habia días en el que ustedes eran las mimadas por el…como ahora, con estos gestos de su parte, los habría traido aunque Virginia no se lo hubiera pedido, estabas segura, el era asi.

Una vez con la comida lista y con la mesa preparada, les dijiste a todos que se sentaran para comenzar a servir. Obviamente lo hiciste, y luego te sentaste a comer con ellos.  El almuerzo fue puras risas y charlas,  habias logrado distenderte un poco y dejar de pensar en lo que te venia perturbando. Hasta que…







-Ahora que si es algo posta…tengo novio hermanitos—dijo Virgi con una risita, haciéndolo soltar los cubiertos a Gonzalo—

-¿Qué?—dijo el, y Eugenia comenzo a reir—

-¡Me muero! ¿desde cuando? ¿Cómo se llama?—pregunto tu hermana mayor—

-Hace poquito…pero me tiene mal—dijo con una sonrisa enorme—se llama Pedro, y trabaja en la empresa—dijo ella—

-¡que lindo loquita! ¿para cuando la presentación?—pregunto y te tensaste un poco. ¡Que le diga que todavia no es el momento!¡¡que le diga que no es el momento!!, rogaste a tus adentros—

-en cualquier momento….¿y vos Gon? ¿Qué me decis?—pregunto ella riendo, y Eugenia y ella 
clavaron la mirada en el—

-¿Cuántos años tiene?—pregunto el, haciéndose el malo—

-Veintiocho, cumple veintinueve en unos meses—dijo ella—

-¿de que trabaja?—pregunto-

-contador—dijo ella y el asintió—

-¿lo queres? ¿te quiere?—pregunto el, y sentiste que tus manos comenzaron a transpirar—

-¡Paula lo conoce!—dijo Virginia de repente, y sentiste que el aire se comprimía, comenzaste a toser como loca y Gonzalo te dio un poco de agua—

-¿asi que conoces al novio de Virgnia?—pregunto tu hermano una vez que estuviste bien—

-Si…lo conoci hace unos días—dijiste vos, volviendo a tomar agua—

-¿y que tal? ¿es lindo?—pregunto el—

-em si—dijiste—

-¡es hermoso!—dijo Virginia emocionada y vos reíste—

-¿traigo los chocolates?—preguntaste y todas gritaron un completo “si”—





Respiraste cuando cambiaron de conversación…necesitabas que lo hicieran, no sabias cuanto podrias aguantar verla tan feliz a tu hermana…y que diga que lo quiere y el a ella…¡¿Por qué tenia que pasarte esto a vos?! ¡¡¡¿Por qué?!!!




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sábado, 26 de septiembre de 2015

Capitulo 26





El



A los días posteriores después de la visita de Paula a tu departamento, los habias calificado como los días más difíciles de tu existencia, y no era por ser exagerado, es que esa mujer no lograba salir de tu mente, de tu cabeza…y hasta te atrevías a decir con un poco de miedo, que de tu corazón, porque habías descubierto, que solo latía fuertemente cuando estabas cercas de ella.


Habías puesto mucho empeño en no cruzártela, hasta habías cambiado tu horario del gimnasio, porque por más que quisieras, sabias que sería un motivo de debilidad para vos, y verla en estos momentos…significaría ir tras ella y no parar hasta tenerla en tus brazos.

Virginia tampoco ayudaba mucho a que pudieras sacarla de tu cabeza, te recordaba mucho a Paula y así era imposible. Lo que también habías hecho, era evitar a Francisco, para el siempre estabas tapado de trabajo, y es que tampoco te atrevías a mirarlo a los ojos, sin pensar en que tuviste algo con su novia, no era que te preocupaba mucho, porque si Paula lo hizo, era por algo…sabias perfectamente que no era ningún santo, pero igualmente…era tu amigo, habían crecido juntos y de alguna manera…lo habías traicionado.

No sentías muchas ganas de estar encerrado entre cuatro paredes, como lo estabas ahora mismo, así que decidiste salir a caminar un poco. Sin embargo, eras consciente de que quizás esa escapadita podría no servirte de nada, bah...nada te servía cuando se trataba de sacar a Paula de tu cabeza.

Caminaste hasta llegar a la plaza, y suspiraste al aceptar que efectivamente te resulto imposible sacar a Paula de tu cabeza, no por el simple hecho de pensarla…sino porque estaba a menos de tres metros de distancia. Sentada y recostada sobre un árbol, leyendo un libro, con su semblante lleno de concentración…y su cara, tan hermosa como ella sola. Suspiraste…y en ese momento ella levanto la vista. Sus miradas se encontraron y tu corazon volvió a latir.









-Hola—pudiste escucharla decir perfectamente—

-hola—la saludaste tambien, y tus pies actuaron sin que les dieras permiso, comenzaron a caminar hasta ella—

-¿Cómo estas?—pregunto ella, mirándote desde abajo—

-bien…creo—dijiste y ella te invito a sentarte a su lado, obviamente tampoco tu cuerpo te pidió 
permiso, cuando te diste cuenta, ya estabas sentado junto a ella—¿vos?—preguntaste y ella sonrio—

-Bien…rendi mi ultima materia hoy, y en unos días voy a saber si finalmente me recibo…aunque estoy segura de que si—te dijo ella con una sonrisa, una que hizo saltar tu corazon adentro tuyo—

-¿de verdad?, ¡que bueno Pau!, me alegro mucho por vos—dijiste y era sincero. Ella te miro y volvió 
a fijar su vista en el pasto—

-Gracias—dijo ella—

-yo tambien estoy seguro de que vas a aprobar…y te vas a recibir con todos los honores—dijiste y ella volvió a levantar la vista para sonreírte—¿Cómo estas? Aparte de lo que me contaste—dijiste y la escuchaste suspirar—

-creo que sabes como estoy Pepe, no hace falta que te lo repita otra vez—dijo ella y asentiste, era verdad…pero habías preguntado con la esperanza de que te dijera que había tomado una decisión respecto a ustedes—

-si…no hace falta que me lo repitas, tenes razon—dijiste—

-sigo pensando igual…y en estos días que estuvimos un poquito distanciados, que se yo, pude pensar con tranquilidad, bueno…no tan asi porque no me dejas en paz—dijo ella haciéndote sonreir, si supiera que vos estabas igual o peor que ella—

-¿Qué hacias?—preguntaste, quizás cambiar de tema, los ayudaba a ambos—

-leia…digamos que despues de tanto estudio, queria despejarme un poco—dijo ella—

-¿y lo lograste?—preguntaste y ella solto una risa pequeña—

-ponele….eso hacia hasta que llegaste—dijo ella y la miraste—

-¿queres que me vaya?...yo tambien intentaba hacer lo mismo que vos….pero te encontré aca—dijiste y ella volvió a reir—

-no…no hace falta. ¿vos queres que me vaya?...no te cuesta mucho decirme eso, asi que soltalo—dijo ella, intentando ser divertida, recordando el episodio en tu departamento, cuando le pediste que se fuera— bueno…tampoco es que podes decirlo, porque yo llegue primero—dijo ella—

-Pau…no, discúlpame si te molesto el pedirte que te fueras, pero me sentía un poco cargado con todo lo que habia pasado. Nuestra situación no es fácil obviamente, y me desborde—dijiste y ella asintió—

-si, igual…estabas en todo tu derecho, me dijiste lo que sentias y esta perfecto, no sos mi juguete y tampoco quise que te sintieras asi, pero…me cuesta tanto estar lejos tuyo—dijo ella—no te imaginas las veces que tuve que frenarme para no llamarte—dijo ella, y te sorprendiste, esa era una gran confesión, y te ponía contento el saber que no eras el único en contenerte de llamarla o buscarla—

-yo tambien Pau…hasta tuve que cambiar mi horario del gimnasio para no tentarme—dijiste sonriendo—¿me vas a decir la decisión que tomaste?—preguntaste de repente…al fin y al cabo, era lo que querias preguntarle, te odiaste por haber sido tan repentino pero…te salio asi. Ella suspiro—

-No…tengo miedo de tomar la decisión equivocada, pero…lo que sigue liderando en mi cabeza, es que no quiero que mi hermana salga lastimada, me siento una basura por ser yo quien le este haciendo esto—dijo ella—

-Ya sabes que no fue tu culpa, fue sin querer—dijiste—

-Fue sin querer…pero sin querer…tambien seguimos queriendo estar cerca—dijo ella—

-es lo que te dije desde un principio…no quiero lastimar a Virgi, es una buena mina, pero quiero estar con vos—dijiste nuevamente—

-Ya se Pepe…ya se que queres estar conmigo—dijo ella y la interrumpiste—

-y si me dan a elegir…sabes perfectamente a quien elegiría—dijiste y ella poso su mirada en el pasto—

-No Pepe…no quiero que elijas—dijo ella con una sonrisa, para luego morder su labio inferior—

-¿ y que queres que haga?—dijiste mirándola—

-quiero que me des un beso…quiero decirte que acepto estar con vos en secreto—dijo ella y tus ojos se abrieron con sorpresa—

-¿enserio?—preguntaste con una sonrisa—

-esa es mi decisión…quiero estar con vos…ahora—dijo ella y sin mas te acercaste para besarla. Y lo hiciste, con todas las ganas que venias conteniendo—




Todo iba bien…hasta que el celular interrumpió…y tuviste que abrir los ojos para caer en la cruda realidad. Estabas soñando…un sueño que te gustaría se hiciera realidad. Era muy bueno para ser verdad.



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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo veintiseis , que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

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jueves, 24 de septiembre de 2015

Capitulo 25




Ella







Despertaste con muy poca movilidad…y cuando descubriste el porqué, sonreíste a mas no poder, Pedro estaba aferrando a tu cintura, pegado a tu espalda y respirando en tu nuca. Miraste a tu alrededor y frunciste el ceño al no encontrar nada familiar…y la realidad te pego una cachetada, ahora recordabas porque estabas acá, con el…con el novio de tu hermana. Suspiraste e intentaste soltarte de su abrazo, acción que fue inútil porque terminaste despertándolo, y lo hizo sobresaltado.







-¿Pau? ¿estas bien?—pregunto desesperado y mirándote, vos te asustaste un poco por su reacción, pero terminaste sonriendo por la ternura que te había provocado el verlo preocupado por vos—

-Si Pepe…estoy bien, queria levantarme, pero me era imposible hacerlo sin despertarte—dijiste y el se paso las manos por la cara, suspirando y recostándose en la cama—

-Ah…me asuste, pasa que estuviste inquieta toda la noche, estabas caliente…pensé que podías tener fiebre, pero quizás era porque estuviste llorando hasta dormirte—dijo el, tomando tu mano y besándola, vos mordiste tu labio inferior—

-¿O sea que no te deje dormir?—preguntaste y el te sonrio—

-Tranquila…te dormiste profundamente un rato despues, y aunque no dormi tranquilo, pude descansar un poco—dijo el y te acercaste para besar su mejilla—

-Gracias…necesitaba un poquito de contención—dijiste sonriendo—

-conmigo la vas a tener…siempre que me dejes obviamente, y aunque no me dejes tambien—dijo el, haciéndote reir—yo se que la situación en la que estamos metidos es media complicada, pero ya le vamos a encontrar la vuelta, vamos a encontrar una solución…pero mientras eso pase, no quiero estar alejado de vos—dijo el, y miraste hacia abajo—

-yo tampoco quiero eso Pepe…pero, es mi hermana—dijiste y lo encontraste mirándote fijamente—

-puedo entender eso, no te voy a decir que estoy en la misma situación, porque no llega ni a ser similar, pero sos la novia de mi amigo…bueno, mi mejor amigo, que por cierto, vive en el piso de arriba—dijo el y te golpeaste la cara para luego mirar hacia arriba—

-¡es verdad! ¡¿Cómo no me di cuenta?!—gritaste sintiéndote una idiota. Porque te habias arriesgado 
un poco, no un poco…mucho—

-No importa eso ahora Pau, quiero que me digas como vamos a seguir—dijo el y lo miraste—

-Pepe…es horrible lo que estamos haciendo, desde un principio en realidad, cuando todavía no sabíamos la verdad, ya todo esto estaba mal, y se que capaz la iniciativa la tuve yo...pero no se que hacer. No quiero pero tengo y debo alejarme de vos, quiero pero no quiero seguir con esto—dijiste y el suspiro—

-¿y si seguimos en secreto?—pregunto el y lo miraste con bronca, ¿prendia que siguieras burlándote de tu hermana en su propia cara?—

-¿estas loco?...no Pedro, eso seria seguir burlándome de Virginia, y no voy a hacer eso—dijiste—

-Y yo no voy a alejarme de vos…si vos no queres que lastime a Virginia dejándola, no lo voy a hacer, pero porque vos me lo pedís…Y no voy a dejar de buscarte, no voy a alejarme de vos ni aunque me lo pidas, porque es algo que yo quiero—dijo el, logrando dejarte un poco sorprendida con su remate—

-Pedro no—dijiste agarrándote la cabeza—

-Primero me decis que no, despues me decis que si, y pasamos la noche juntos, ahora me decis que no, ¿y que se supone que tengo que hacer? ¿hacerte caso y esperar a que me digas que si otra vez? Bueno…¿sabes que?, no voy a esperar una respuesta tuya, simplemente voy a hacer lo que quiero…y lo que quiero es seguir estando con vos de la forma que sea, engañando a tu hermana o a quien sea—dijo el, levantando la voz, y finalmente saliendo de la habitación dando un portazo—










¿Y ahora?...suspiraste y analizaste sus palabras. Tenia razon…eras tan cambiante, pero, ¿Qué podias hacer?, no sabias como manejar la situación, y es que cuando estabas con Pedro o pensando en el, no eras coherente. Querías alejarte de el, pero al mismo tiempo querias tenerlo cerca, que te abrace, que pueda darte mas noches como la de ayer…que pueda seguir mimándote de esa forma, que te haga sentir millones de cosas, y revolucione todo lo que hay dentro tuyo.

Te levantaste de la cama y luego de ir al baño, fuiste en busca de el, quien estaba sentado en el sillón y mirando hacia un punto fijo. Tomaste valor y te acercaste para luego sentarte sobre sus piernas.







-tenes toda la razon…soy una histérica de mierda, pero esto se me va de las manos, no se como manejar la situación, que dicho sea de paso es un embole—dijiste y el no estaba mirándote, pero si escuchándote—sos el novio de mi hermana, y odiaría verla triste…porque eso pasaría si la dejas por mi, pero…tampoco me gustaría que sigas engañándola conmigo—dijiste y el solto un suspiro—

-pero…¿Qué puedo hacer?, las dos cosas estan mal a tu punto de vista…la primera es una gran opción, pero entiendo que no quieras lastimarla. Tambien entiendo que a la larga…tampoco vamos a poder estar juntos, sabiendo que fui el ex de tu hermana, y ella tampoco estaría muy contenta al verte conmigo….entonces, volvemos al principio, ¿Qué hago?...¿que hago cuando con la única persona que quiero estar sos vos, y sos la hermana de mi novia?—dijo el, todo era un embole, un matete de cosas que terminaban en lo mismo…Dejar a tu hermana, verla triste…engañar a tu hermana, y sentirte una basura—

-alejarnos es una opcion…pero, no quiero—dijiste y él te miro—¿y si nos damos un tiempo?—dijiste haciéndolo suspirar—capaz el alejarnos un ratito nos hace bien, capaz nos aclara un poco la cabeza—dijiste y lo notaste tensarse—

-yo no tengo nada que aclarar…pero si te hace sentir mejor, hacelo, hagámoslo, tomémonos un tiempo…pero tené en cuenta que tampoco soy tu juguete Pau, podes decirme que no…pero, no es justo para mi que a los dos segundos me des otra respuesta totalmente diferente…sabes como me siento respecto a vos, y obviamente voy a querer hacer lo que vos me digas, pero repito…no soy un juguete—dijo el y asentiste…era la verdad, no era tu juguete, pero…¿Cómo podias alejarte de el cuando tus ganas de tenerlo cerca ganaban por afano?—y es mejor que te vayas—dijo el, y vos obedeciste, poniéndote de pie—nos vemos cuando quieras…y espero que sea para una respuesta definitiva—dijo el, y solo asentiste—





Te fuiste luego de eso….y si antes estabas confundida, ahora mas…y no solo eso, se te habia agregado un problema mas…y ese era Pedro.





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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo veinticinco , que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

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