Capitulo 24

El





¿Cómo habían llegado a esto?, ¿Cuándo fue que el destino se les vino en contra?...no había respuesta a esas preguntas. Solo confusión y más confusión…

Tu cabeza era un completo desastre, Virginia que te hablaba de amor, y vos que no dejabas de pensar en su hermana y en sus ojitos llenos de lágrimas al toparse de frente con la realidad que le había tocado. Te resultaba doloroso verla triste, cosa que jamás habías esperado teniendo en cuenta el poco tiempo que se conocían…y es que la intimidad entre ustedes había ayudado en mucho, habías podido ver a través de sus ojos, aunque sonara muy poético de tu parte, eras consciente de la conexión que los unía.

Los momentos posteriores luego de que Paula abandonara la casa de su hermana fueron los más tensos de tu vida, nunca te había costado tanto mirar a una mujer a los ojos, sentías vergüenza…estabas lastimando a alguien que no lo merecía. Que situación más complicada, y lo que quizás la hacia un poco mas complicada, era la novia de tu mejor amigo, Francisco, con quien prácticamente habias crecido…¿Cómo atravesar eso?...




Ahora mismo estabas en tu departamento, mirando un punto fijo, habías llegado hacia unos pocos minutos de la casa de Paula, intentado con todas tus fuerzas canalizar o quizás aceptar su decisión. Lo que tenían había terminado…y ella tenía la última palabra. No habías sido lo suficiente insistente como para lograr ablandarla un poco y hacerla cambiar de opinión, tal vez deberías esperar un poco, a que las aguas se calmaran, a que se sienta un poco mejor con ella misma y con su hermana. Su sonrisa y sus ojos no podían dejarte en paz, todo el tiempo revoloteaban en tu cabeza. Agarraste el celular y buscaste entre tus contactos de whatsapp a ella, su ultima conexión habia sido hacia cinco minutos…¿le hablabas  o no? ¿y si le decias lo que sentias otra vez?...suspiraste y abriste su foto de perfil. Era tan linda cuando sonreía, y querias ser vos quien la hiciera sonreir, volviste al chat y lo pensaste otra vez.








-Quiero que sepas que aunque estemos metidos en este embrollo…no pienso dejar de insistir en cuanto a vos…quiero devolverte esa sonrisa que te caracteriza, y quiero ser yo quien seque tus lágrimas, las mismas que provocamos los dos. Capaz fue un error lo que hicimos, pero ninguno sabia la verdad…ninguno tiene la culpa, o quizás si, la de gustarnos tanto—suspiraste y apretaste la tecla enviar, rápidamente la viste en línea, y tu corazón comenzó a latir cuando viste las dos tildes en azul, y tu pulso se acelero aun mas cuando viste el “escribiendo”—

-Pepe…es un completo embrollo, me cuesta mucho entender y entenderme a mi misma. Obviamente que me siento muy dolida por todo esto, porque siento que estoy traicionándola al estar hablándote y es que en verdad lo estoy haciendo. Pero…es mas fuerte que yo, no puedo sacarte de mi cabeza, y eso es lo que mas me mortifica—respondio ella, y leíste atentamente sus palabras, te tomaste varios minutos para releer lo que te habia mandado—

-es un poco complicado estar con una persona, mientras estas pensando en otra…parece una historia de novela la verdad, estar pensando en la hermana de tu novia, y en la novia de tu mejor amigo, asi paso…y es la mala racha que nos toco…pero las ganas que tengo de estar cerca tuyo, supera todo y cada sentimiento de miedo y vergüenza que siento y no te imaginas las ganas que tengo ahora mismo, de tenerte entre mis brazos, te tener tu cabeza en mi pecho y besar tu frente…de cuidarte—enviaste y aunque sonaba un poco cursi, lo enviaste igual—

-Acabas de irte hace un ratito, y quiero que vengas a estar conmigo…aunque me sienta la peor basura del mundo por estar dándole por la espalda a Virgi, quiero estar entre tus brazos—respondio ella, y tu corazon salto dentro de tu pecho—

-Si me lo permitís…voy corriendo—enviaste y automáticamente recibiste su respuesta—

-¿puedo ir yo?...necesito caminar un poco y respirar—respondió ella—

-me encantaría…¿ubicas el edificio que esta a una cuadra de la panadería donde nos encontramos ese dia?—preguntaste—

-Creo que si…¿a la vuelta del gimnasio?—pregunto ella—

-ese mismo…5B, para que toques el timbre y pueda abrirte—respondiste—

-ya voy—respondio—







Estabas lleno de ansiedad…la esperarías con los brazos abiertos, harías todo lo que ella quisiera.

Harias todo para hacerla sonreír, que se sintiera mejor. Los minutos parecían no pasar nunca, y cuando el timbre sono, soltaste un suspiro…esperabas lograr convencerla.








-Pepe—escuchaste su voz a través del portero electrónico—

-Pau…¿queres que baje? ¿o preferís subir vos sola?—preguntaste—

-Subo yo—dijo ella, y simplemente esperaste por ella—







Sentiste suaves toques en la puerta y corriste a abrirle. Ella se lanzó a tus brazos, besaste su frente y cerraste la puerta.







-¿te sentís un poquititititito mejor?—dijiste y la sentiste sonreir—

-no…un poco mas calmada capaz—dijo ella—

-Veni…vamos a sentarnos—dijiste y ella se separo de vos para mirar a su alrededor y seguirte. Vos te sentaste, y cuando ella lo iba a hacer a tu lado, tomaste su muñeca y la hiciste sentarse sobre tus piernas—veni aca…hoy te voy a mimar—dijiste y ella te sonrio para luego recostar su cabeza sobre tu hombro—

-me cuesta creer lo que paso todavía—dijo ella, y tomaste su mano para besarla—

-a mi tambien…pero vamos a tener que aceptarlo—dijiste—¿tenes hambre? ¿queres que pidamos algo?—preguntaste-

-tengo el estómago cerrado—dijo ella, y te animaste a dejar un beso en sus labios—

-¿helado?...y si te quedas a dormir conmigo, vamos a la camita—dijiste poniendo su cabello detrás de su oreja—

-dale—dijo ella—

-¿te quedas conmigo?—preguntaste—

-si—respondio ella y besaste su frente para luego estirarte y buscar el teléfono—

-¿vamos a la camita?, esta fresquito…asi te tapas—dijiste acariciando sus brazos, que estaban frios—

-no quiero caminar…esperemos un ratito mas—dijo ella y sonreíste—

-¿y quien te dijo que tenes que caminar?—dijiste y ella te miro. Vos pasaste tus antebrazos por debajo de sus rodillas y te levantaste con ella encima. Ella solo sonrio y escondio su cara en tu cuello—







La dejaste en la cama y la rodeaste de almohadas, la tapaste y llenaste de caricias y besos. Te encantaba tenerla en casa. y mientras estuviera con vos, la mimarias tanto como pudieras. El helado llego un rato despues, y con una cuchara, volviste a la habitación. Le dabas las cucharadas en la boca y recibías sonrisitas de su parte. Y ya te habias decidido…no ibas a dejar que se alejara de vos.

Estarías cerca de ella de cualquier forma…lo único que te importaba era ella…por mas de que estuvieras lastimando a Virginia, tu corazon latia por Paula…y con eso, no habia con que darle.




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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo veinticuatro , que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

 me gustaría saber si les gusta y leerlas.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE  TWITTER.  

Comenten, comenten, comenten♥