El
Paula había ido a supervisar uno de sus
eventos, aunque te resiste a que fuera, ella sacando a la luz ese carácter, que
permitió que la dejaras ir por fin. ¿Cuáles
eran tus motivos para no dejarla ir?, su panza de exactamente 8 meses y dos
semanas. Estaba a un pelo de parir, pero ella quería ir a trabajar.
Ahora mismo, Mateo y vos estaban en casa de
tu madre, por supuesto que no para ir a visitarla, sino para poder estar cerca
de Paula por cualquier cosa.
-Sabes que va a enojarse cuando sepa que
estas en la casa de enfrente, ¿verdad?—dijo tu madre burlándose, mientras tenia
a Mateo acurrucado en su regazo, a punto de quedar dormido—
-que se enoje todo lo que quiera, pero
tiene a mi hija adentro y tiene que cuidarse, pero es tan terca que….¡ay!, me
enojo con solo acordarme—dijiste pasándote las manos por la cara, ella comenzó
a reir—
-ya falta poco, calmate—dijo ella, y
miraste la hora una vez mas en tu reloj de muñeca—
-¡hace mas de dos horas esta ahí! ¡dijo que
iba a llamarme!—dijiste exasperado—no aguanta estar mucho tiempo parada—dijiste
preocupado—
-¿y quien te dijo que esta parada?—dijo tu
mama y solo la ignoraste. Tu celular comenzo a vibrar, la pantalla se ilumino
con una foto de ella durmiendo con Mateo—
-¡mi amor! ¡por fin!—dijiste—
-¿Qué pasa loquito?, te dije que estaba
ocupada—dijo ella—
-¿te falta mucho?—preguntaste, ignorando la
parte de que estaba ocupada-
-No mi vida…ya termine—dijo ella y sentiste
que el alma e volio al cuerpo—¿me venis a buscar?—pregunto ella—
-Si amor…ya me cruzo—dijiste, y te odiaste,
se suponía que ella no tenia que saberlo—
-¿estas en la casa de tu mama?—pregunto
ella, y solo hiciste silencio—el que calla otorga…¿Qué haces ahí mi
amor?—pregunto ella divertida—
-perdon…es mas fuerte que yo, sabes que
estoy preocupado, no me haces caso, quiero estar lo mas cerca posible—dijiste y
juraste que estaba sonriendo—
-Dale tonto…veni, extraño a mis
hombres—dijo ella y esta vez, sonreíste vos—
-ya voy…pero no se como vas a hacer, porque
tu hijo esta dormido y prendido como una garrapata a mama, reza para que te lo
devuelva nada mas—dijiste y la escuchaste reir—
-apurate—dijo ella y segundos despues,
cortaste la llamada—
Ni bien llegaste a la casa de enfrente,
tocaste la puerta y segundos despues te dejaron pasar, pudiste darte cuenta de
que habia caras conocidas, asi que seguramente Paula tenia relacion con estas personas, saludaste
a todos y la viste a ella, con sus ojitos verdes y su hermosa sonrisa.
-Hey, llegaste—dijo ella, poniéndose de pie
y acercándose a vos para abrazarte—
-hola hermosa—dijiste besando su frente
mientras llevabas una de tus manos a su enorme panza, donde estaba tu princesa
Emma—¿queres ir a casa?—preguntaste, cuando la notaste acurrucarse entre tus
brazos, era una clara señal de sueño—
-si, por favor—dijo ella y sonreíste—
-nos vamos entonces—dijiste y la tomaste de
la mano para comenzar a despedirse de todos—
Y como ya lo habías supuesto, tu madre no
quiso entregarle a Mateo, quien estaba plácidamente dormido en el cual habia
sido tu cuarto desde pequeño. No te molestaste en insistir, podias aprovechar
que tu competencia no robaba la atención de tu mujer.
Una vez que llegaron a casa, Pau se dispuso
a preparar un te, mientras vos preparabas la bañera para disfrutar un poco
ambos. Ella entro al baño poco despues, y se sorprendio al verte dentro de la
bañera, estabas seguro de que pronto estaría ahí con vos.
-Me vas a tener que ayudar a sacarme el
vestido…odio estar tan inútil—dijo ella quejándose, vos sonreíste y te pusiste
de pie, mientras bajabas el cierre del vestido, al mismo tiempo que besabas sus
hombros—
-Veni—dijiste luego, de que estuviera en
condiciones de entrar con vos—
-vos queres engatusarme para abusar de mi
integridad—dijo ella haciéndote reir, era un loca—
-Abusar no—dijiste mientras te sentabas y
dejabas un espacio para ella entre tus piernas—disfrutar…apreciar—dijiste y
ella rio—
-¿ensuciar?—dijo y volviste a reir—
-estas media desubicada hoy eh…¿paso algo
en la fiestita esa que me tenga que enterar y no me estes diciendo?—preguntaste
levantando una ceja—¿de que te estas acordando que sonreís asi?—preguntaste—
-no me estoy acordando de nada…sos vos—dijo
ella y la abrazaste—que me encanta cuando sos celoso….y que por algo te sigo
eligiendo todos los días—dijo ella y besaste su mejilla—
-bueno…pueden ser mis genes, ya ves lo
lindo que salio tu hijo gracias a mi—dijiste y ella rio—
-tenes razon, fue eso—dijo ella—son tus
genes los que no me permiten mirar ni desear a alguien mas, los que se
convierten en mi refugio…los que me enamoraron—dijo ella, y sin querer
queriendo, un nudo se formo en tu garganta, quizás no pudiste encontrar
palabras para responder eso tan hermoso que habia dicho, pero si lo hiciste con
besos…con esos que a ella tanto les gusta, y con los que sos capaz de demostrar
cuanto la amabas—
-te amo….¿sabias?—dijiste—
-no…no sabia—arrugaste la nariz y ella dijo—¿es muy importante saberlo?—pregunto—
-si, pero amo demostrártelo con acciones—dijiste—y
creo que a vos te gusta mas de esa forma, ¿no?, las palabras sobran cuando
puedo demostrártelo con actos—dijiste—
-te amo Pepe—dijo ella—pero esta vez, te lo
quiero demostrar yo, ¿si?—dijo ella—
-Solo con verte, se puede apreciar la
evidencia de eso, no estas en la obligación de hacer nada mas—dijiste
acariciando su pancita—aca esta mi Paulita—dijiste haciéndola sonreir—
Todo era perfecto…y nada impidió que
pudieran demostrarse ambos el amor que se tenian. Una vez que salieron, el sueño se apodero de
Paula y te apuraste a ayudarla para por fin dejarla acostada.
Sonreiste…ella
era lo ultimo que veias antes de dormir, y lo primero al abrir tus ojos…ahí
estaba tu felicidad, el principio de todo, tu terremoto…la que se adueño de tu
vida y tu corazon.
****
Los días iban pasando, y junto con ellos,
se iba terminando el tiempo de tu pequeña princesa dentro de la panza, y por
suerte, pudiste estar presente cuando ella hizo saber a su mama que queria
venir al mundo. Venias preparándote desde que te enteraste que ella estaba en
el vientre de Paula y la emoción de saber que pronto tendríamos otra evidencia
de nuestro amor, un amor perfecto,
hecho de imperfecciones , te
abrumaba y te consolaba cuando creías que nada de lo que vivias era real. Pau
solia decirte que Emma reforzaría todo aquello que sentían ambos.
Acariciabas la enorme pancita de Paula,
mientras los doctores iban de un lado a otro, la mirabas con total adoracion y
orgullo, porque sabias lo que pasaría en unos posibles minutos, ella sacaría
fuerzas de donde no tenia y traería a tu bebita al mundo, como lo hizo con tu
campeón. Te encargaste de guardar cada detalle en tu mente, cada gesto de
ella…cada sonrisa que te dedicaba aunque estuviera muriendo del dolor, todo iba
a quedar registrado a través de los años. Y sabrias que no habían momentos mas
especiales que esto, el nacimiento de tus hijos, y en especial, de tu pequeña
princesa.
Paula apreto los dientes antes de tirar su cuello hacia atrás por
otra contracción, tomaste su mano y la apretaste fuerte.
-sh…ya va a pasar—dijiste intentando calmar
a Paula—
-¡deja de decir eso! ¡no va a pasar!—dijo
gritándote. Podian estar en cualquier momento, pero ella sacaría su carácter en
cualquier lugar. Sonreíste sin que pudiera verlo—
No fue hasta media hora despues, que el
doctor dijo que Emma ya estaba en posición para poder comenzar con el trabajo
de parto. Cuando el doctor le indico por primera vez que pujase, volviste a
sentir esa explocion de orgullo en tu pecho.
Paula repitió la misma acción incontables
veces, y aunque te sentias un poco incomodo con todos los médicos allí, te
alegraste de que la espera y el dolor para ella iba a terminar…en ese momento,
sentiste que ella apreto tu mano con fuerza y un llanto irrumpio en la
habitación. Miraste a Paula que descansaba su cabeza hacia atrás, y el doctor
traía a Emma en sus brazos para entregartela, tus ojos se llenaron de lagrimas.
-Emma—dijiste sin poder apartar tus ojos de
su carita, la llevaste al pecho de Paula y sentias que te faltaba el aire. Tu
princesa habia llegado al mundo, te acercaste a ellas y pudiste ver su cabello, sus ojitos que
buscaban abrirse con dificultad y sus manitos que no paraban de moverse…esa
bebita era tuya, tu hija. Emma te mostro sus ojitos finalmente, y pudiste ver que
eran iguales a los de su mama…era hermosa.
-¿Emma?—escucharon una pequeña vocecita que
venia detrás de ustedes y Mateo estaba ahí paradito esperando conocer a su
hermana—
-Veni mi vida—dijo Paula, corriéndose un
poco para que pudiera sentarte—
-¿es ella?—pregunto inocente, y asentiste
con una enorme sonrisa—
-es muy chiquita—dijo el, sorprendido—
-si…y vos la vas a cuidar, porque sos su
hermano mayor—dijiste y Paula te sonrio—
-si papi…yo la voy a cuidar siempre—dijo
el, reafirmándolo—
Y ahí estaban, los cuatro, en su pequeña
gran burbuja…Mirabas atentamente la situacion, no queriendo perderte de nada,
guardando todo en tu memoria y volviendo hacia atrás, cuando todo habia
comenzado con una noche de “venganza “ y alcohol, cuando todo comenzo a enredarse…y
como a pesar de todo, pudieron atravesar cada obstáculo que se les presento.
Tu propio enredo de amor…que termino por
desenredarse en una hermosa familia. Tu familia.
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Y llego el final nomas!!!!!! muchas gracias a todas las que leyeron y me acompañron con toda la paciencia del mundo! agradezco cada comentario acerca de esto, y que solo me dan mas ganas para seguir escribiendo!!!
Y por ser el ultimo...COMENTEN COMENTEN COMENTEN!!!!!!!!♥ quiero saber que les parecio esta historia. y quiero MUCHOSSSSSSSSSSS.
Y si comentan...tendran mas pronto de lo que esperan la nueva historia. "Desafiando al amor"
Adiosssssssssss♥ (COMENTEN COMENTEN, y mañana me tienen)