Capitulo 94

El

Sinceramente, el hecho de que Paula hubiera escogido el nombre de tu hijo, sin siquiera preguntártelo, no te habia molestado. Sin embargo, utilizaste esa excusa para hacerte el “enojado” con ella. Pero, al final, todo habia dado un giro…o actuabas demasiado bien, o exageraste tu papel. 

Ni en broma te hubieras permitido tratarla de la forma en que la trataste, pero asi fue y ahora te sentías una basura.  Solamente querias que cuando le pidieras casamiento, se sorprendiera, pero, le pusiste tanto empeño a tu papel, que quizás terminen separados antes que casados. Suspiraste…la habias cagado y en grande.

Tu corazon se apretaba, la escuchabas llorar desde la habitación…pero si habias elegido hacerte el “enojado” con ella, ahora no podias solo ir a pedirle disculpas y pedirle casamiento, ¡no iba a creerte jamas!, hasta pensaría que solo lo hacias por lastima y porque estuvo llorando. Saliste de la habitación suavemente, mientras sobabas tu mejilla una y otra vez, sonreíste, tu mujer si que tenia fuerza…era brava. Ella estaba acurrucadita en el sillon, mientras secaba sus lagrimas, otra vez te sentias una mierda.

-¿Podes dejar de llorar?, ¡no te hice nada!—dijiste, intentando no levantar demasiado la voz. Ella no contesto, ni siquiera te devolvió la mirada—Paula, dale…no quiero que llores, pero tampoco exageres, ¿si?—dijiste, y ella sorbio su nariz—

-¿Te podes ir?, vienen las chicas—dijo ella, y suspiraste. Habias dado por sentado que en la noche 

estarían solos, asi podias llevar a cabo tu plan perfectamente, pero…¿Qué ibas a hacer si sus amigas estaban ahí metidas?—

-No quiero a nadie en casa, ¿no podes estar en silencio un segundo?—preguntaste, intentando con todas tus fuerzas que no sonara de mal forma—

-¿Para que queres que estemos solos?, ¿para que sigas tratándome como el orto?, ¿para que sigas gritándome?—dijo volviendo a romper en llanto, y tu corazon se apreto—ya te pedi perdón…no se que queres que haga, no se va a llamar Mateo si no te gusta…pero no quiero que me trates mal—dijo ella—

-Paula…solo dije la verdad, no se porque te pones asi…pero capaz hablar con tus amigas te hace bien y dejas de delirar un poco—dijiste, dejándola con la palabra en la boca y volviendo a tu habitación—

Cerraste la puerta de tu cuarto con fuerza, y te sentaste en la cama largando un suspiro…¿y si no te perdonaba?, tenías que encontrar la forma de que lo hiciera. No te perdonarías jamas el haberla tratado de esa forma. Asi que mientras estuviera con sus amigas,  tendrías el tiempo necesario para pensar en cómo enmendar semejante error…aunque esperabas todo saliera bien al final.

Tiempo después, escuchaste las voces de las amigas de Pau, y tu cabeza comenzó a maquinar, sabias que ahora comenzaba tu momento de idear algo rápido antes de que todo esto empeore.

Los minutos pasaban y pasaban…y tu cabeza seguía en blanco, hasta que por fin se te prendió la lucecita. Sonreíste y comenzaste a buscar lo que necesitabas.  Bueno…no habia nada demasiado elegante, solamente la ropa del trabajo, una camisa blanca, y un pantalón de vestir podrían servir, ¿no?, ¿y los zapatos?, buscaste en el armario y no habia rastros de estos…recordaste que los habias dejado en el otro cuarto. Suspiraste lentamente y minutos despues, escuchaste a Paula despedirse de sus amigas…¡Habia llegado el momento!, ya no te importaban los zapatos, agarraste la cajita de su escondite, y saliste al encuentro de tu amor…ella estaba ordenando la mesa, hasta que se dio cuenta de tu presencia.

Tomaste valor y te acercaste a ella.

-¿Te vas?—pregunto—

-no, ¿queres que me vaya?—preguntaste y ella no dijo nada. Respiraste hondo y la miraste—voy a terminar con esto antes de que me salga todo mal—dijiste y ella te miro con atención, vos te arrodillaste frente a ella—Vos sabes todo…creo que no hace falta que te lo diga, pensaba repetírtelo pero me olvide de todo…Lo único que se, y quiero que sepas, es que te amo con toda mi alma, que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado…que sos la mujer de mi vida, y que no esperaba encontrarte de la forma en que lo hice, pero asi fue…y estoy feliz, estoy feliz por la oportunidad que me estas dando, la de ser papa—ella tenia sus ojos llenos de lagrimas, y tomaste su mano para dejar un beso allí y luego tomar aire, sacaste la cajita de tu bolsillo y la abriste frente a sus ojos—¿Te queres casar conmigo mi vida?—hiciste la pregunta, y al parecer, eso fue el detonante para que comenzara a llorar—¿eso es un no?—dijiste y ella finalmente sonrió—

-Si que quiero—dijo sorbiendo su nariz, vos volviste a besar su mano y sacaste el anillo para ponérselo en su dedo. Te levantaste y le sonreíste—

-Hey…basta de llorar—dijiste besando sus labios—

-pense que me odiabas—dijo ella todavía llorando y reíste—

-¿actue bien?—dijiste y ella golpeo tu hombro—

-¡No puedo creer que me hayas hecho pasar por todo esto!—dijo escondiéndose entre tus brazos—

-No habia forma de sorprenderte…pero, ¿lo logre verdad?—dijiste—

-Pense que me ibas a dejar—dijo abrazandote mas fuerte. Vos besaste su frente—

-¡Ni loco te dejo!—dijiste separándote, para tomar su rostro y besarla—¡te amo!—dijiste pegando su frente con la tuya—

-¡yo tambien!...te juro que jamas me hubiera imaginado esto—dijo ella, volviendo a emocionarse. Vos sonreíste y la besaste—

-era la idea mi vida—dijiste y ella rodeo tu cuello con sus brazos—

-¡Te amo! ¡te amo!—dijo ella besandote—

-pense que ibas a pensar que lo hacia por el bebe—dijiste y ella te sonrio—

-No…se me cruzo de todo menos eso…hasta pense que te asustaste y que me ibas a dejar sola con el bebe—dijo ella y reíste—

-¿todo eso en un lapso de horas?, loquita…loquita hermosa—dijiste besándola—los amo mucho, a los dos—dijiste y ella te abrazo—no me diste tiempo a pensar en la cena…asi que, ¿Qué te parece si vamos a cenar?—preguntaste mientras acariciabas su cintura—

-¿Qué te parece si pedimos comida?, tenemos mas cerca la camita—dijo guiñándote un ojo, vos sonreíste picaro y palmeaste su cola—

-atrevida…vas a ser madre y estas pensando chanchadas—dijiste y ella rio—

-pero con el papa de mi hijo—dijo ella encogiéndose de hombros—

-¡te mato si es con otro hombre! ¡te mato! ¡sos mia!—dijiste besándola como solo vos sabias y podias hacerlo—

En breve…serias un hombre casado. Un hombre casado y muy enamorado.

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Buenas buenas!!!! lo prometido es deuda y ustedes cumplieron!

Nuevamente con la rima....COMENTEN COMENTEN...Y MAÑANA ME TIENEN.♥ besosssss. y que sean muuuuuuuuuuuuuuuuuuchos.