El
Volviste a tu casa con algo de congoja. Te hubiese gustado
quedarte allí con ella, acompañándola en este momento tan importante para su
vida, pero sin embargo desististe, toda su familia estaba allí presente, y
quizás estaría mejor.
Ni bien pusiste un pie dentro de tu departamento, te tiraste
en el sillón, subiendo los pies encima de la mesita…y volviste a traerla a tu
cabeza, es que…estaba tan hermosa, que te costaba alejarla de tus pensamientos,
y mucho menos cuando tiempo antes la habías besado y te había besado. Su boca
seguía en la tuya…sus besos seguían en tus labios.
Suspiraste y escuchaste que tocaron la puerta, una vez que
te levantaste para abrir, te encontraste con un Francisco patético, ojeroso y
desastroso. Lo hiciste pasar y se sento a tu lado refregándose la cara con sus
manos.
-¿Qué pasa?—preguntaste—
-¿Cómo que, que pasa Pedro?....Paula me dejo—dijo el, y tu
corazon se detuvo. ¿habia terminado su relacion con Francisco?—
-¿Cómo que terminaron?—dijiste, un poco abrumado—
-lo que escuchas…hace días no duermo, no puedo creer que ya
no sea mia…yo la amo—te dijo y suspiraste. Primero porque sentias aquello como
un alivio, bueno…parcialmente, pero era un alivio en fin. Te acercaste mas a
el, y palmeaste su espalda unas cuantas veces—
No te animabas a decir nada, temiendo que todo estuviera
fuera de lugar y que por supuesto, pudieras mandarte al frente. Paula habia
terminado con Francisco…tu cabeza comenzó a maquinar desde el minuto en que te
lo dijo, si ella termino con el…vos podrías terminar con Virginia y…sacudiste
la cabeza. Le habías prometido no
lastimar a su hermana…pero, ¿Cómo mantenerte alejado de ella cuando sentias que
tu corazón latía solamente cuando estaba cerca tuyo?.
Francisco se quedo tomando unas cuantas cervezas en tu
compañía, hasta que decidió irse…o bueno, le aconsejaste que lo mejor que podía
hacer era dormir. Pero la verdad era que querias estar solo…solo para poder
pensar en Paula en paz.
Cuando volviste a quedar en soledad, te encargaste de
desvestirte y meterte en la cama…Pusiste tus manos bajo tu cabeza y miraste el
techo. Recordabas sus palabras en el pasillo, su sonrisa…el beso que te dio
antes de que te fueras, ¿Cómo pretendía que te mantuvieras alejado cuando hacia
eso?
Cerraste tus ojos e intentaste
dormir, o bueno, dejar que el sueño llegara hacia a vos, que era lo único que
querias y buscabas en este momento.
En algún momento, lo habias logrado…porque te despertaste
por unos golpes en la puerta. Refregaste tus ojos y prendiste la pequeña
lámpara que estaba encima de la mesa de luz, miraste el reloj, eran las 4:00
am, frunciste el ceño, ¿Quién podia ser a estas horas?, y luego recordaste a
Francisco, quizás era el otra vez.
Te levantaste y a
pasos extremadamente lentos, caminaste hacia la puerta. Pero fue en ese momento
cuando realmente despertaste. Paula estaba paradita frente a vos, usando ese
hermoso vestido con el que la habías visto…hermosa como ella sola.
Le preguntaste que hacia ahí…y su respuesta te hizo feliz.
Tenia ganas de verte…y vos tambien las tenías.
La hiciste pasar y una vez
dentro te abrazo por el cuello y te beso. Y aunque hubieran pasado solo algunas
horas desde el último beso que se habían dado, sentiste como si hubiera sido
una eternidad.
Se separaron por falta de aire, y no perdiste segundo a alguno
para aprovechar y mirar lo hermosa que estaba, por supuesto que se lo hiciste
saber…y la respuesta que te dio, hizo que tu corazon se hinchara dentro tuyo y
estuviera a punto de explotar.
Ni siquiera pudiste ser capaz y racional de esperar un segundo
mas, simplemente la tomaste entre tus brazos y la llevaste a tu habitación. La
tendiste sobre tu cama, y la miraste con adoracion.
Sus ojos estaban más
oscuros, más hermosos que nunca. Te acercaste nuevamente a ella, para besarla
con todas las ganas del mundo. Obviamente que ese beso termino en algo mas…ese
algo que esperabas y necesitabas desde que bajaron a su dura realidad…te
encargaste de adorarla con tus manos y con tus labios…con tus caricias, y ella
no se quedó atrás, sus manos eran como el fuego mismo, te quemaban la piel.
Ella era una diosa…ella era tuya, porque la sentías así.
****
Ella descansaba sobre tu pecho, y tu corazón que no dejaba
de latir. Tu respiración estaba volviendo a la normalidad y la mano de Paula
recorrían tu torso de arriba hacia abajo, mas de una vez, la tomaste para
besarla. Ella no decía ni una sola palabra, y no sabias como actuar frente a
esa situación, quizás solo queria estar en silencio, o…estaba igual que vos,
sin saber que hacer ni que decir.
-¿Por qué tan calladita?—te atreviste a preguntar, dejando
un beso en su frente, la escuchaste suspirar—
-Porque no sé qué decir…lo único que sé es que no queria ni podía
frenarme…vine hasta aca porque queria verte—dijo ella—
-que bueno que no te frenaste, estoy muy feliz de que estés
acá—le dijiste, y era la verdad, aunque no sabias como tomar aquello. Como una
respuesta a la pregunta que le habias hecho, si queria seguir con vos o no…o
era por otra cosa totalmente diferente—
-Yo tambien estoy feliz…pero—dijo ella, y tu cuerpo se tenso…Sus
“peros” jamas tenian finales felices, siempre tenian dudas detrás—
-¿pero que Pau?...¿otra vez vas a decirme que solo era para
sacarte las ganas?—y no sabias de donde habia salido aquella pregunta. Ella se
acurruco contra vos un poco mas—
-No…no voy a decir eso—dijo ella—
-¿entonces?...¿me vas a dar por fin la
respuesta?—preguntaste—
-No… necesitaba estar con vos, nada mas—dijo ella y
suspiraste—
-Quiero que me respondas…me merezco una respuesta, ¿no te
parece?—preguntaste, y tomaste su mentón para obligarla a mirarte—
-Quiero…pero no puedo. Obvio que te mereces una respuesta,
pero tengo miedo de darte la respuesta equivocada…de arrepentirme—dijo ella y
se levanto de la cama para sentarse y alcanzar su ropa interior—
-Paula—dijiste—
-Pepe…no puedo responderte lo que queres escuchar, pero al
mismo tiempo…no quiero decirte que no—dijo ella y solamente te levantaste de la
cama para ir al baño—
Intentaste con todas tus fuerzas dejar pasar la bronca y las
ganas que tenias de pegarle una piña a la pared, pero te contuviste y
respiraste profundamente.
Te quedaste allí dentro por unos largos minutos… quizás
debías poner de tu parte y tratar de entenderla, su situacion era complicada.
Tenias que admitir que te habia gustado la sorpresa de su visita, y sobre todo
que tuviera ganas de verte. Pusiste una sonrisa y saliste del baño…pero para tu
sorpresa, la habitación estaba vacía…Paula no estaba por ningún lado, saliste
del cuarto y te dirigiste a la cocina, allí tampoco estaba….suspiraste. Se
había ido. Agarraste tu celular y la llamaste, obviamente no recibiste
respuesta, ni a las llamadas ni a tus mensajes…pero si los había leído.
Tomaste
eso como que queria que la dejaras tranquila…¿Qué pasaba con vos Pedro? ¿Qué
era lo que te pasaba con Paula? ¿Por qué simplemente no la dejabas en paz? ¿Por
qué no podias sacártela de tu cabeza?...¿acaso estabas enamorado? ¿acaso
querias a Paula?...No, nada de eso. La dejarías en paz...habias tomado la
decision. Si ella no tomaba una decisión…la tomarías por ella. Y era eso…te
alejarias de ella por el bien de todos.
me gustaría saber si les gusta y leerlas.
Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.
Comenten, comenten, comenten♥
Ayyyyy!!! Tantas vueltas! Me encanto este capitulo!
ResponderEliminarPobres los dos!! Ojala Pepe pueda dejar de una vez por todas a su novia, y puedan estar juntos
ResponderEliminarAyyyyyyyy, x favor, qué situación más difícil, para los 2. Muy buen cap Belu
ResponderEliminarOooohhh!!! No! Por que??? :(
ResponderEliminarse puso buenísima, es una situación difícil pero ellos van a poder salir adelante, escribis hermoso
ResponderEliminar@pedropaulaoli4
Que lindo y feo a la vez! Que no deje de insistir! O a lo mejor es lo que necesita Pau para darse cuenta y tomar una decisión! Veremos que pasa...
ResponderEliminarcomo nos haces sufrir . espero que logren estar juntos besos espero el siguiente
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