Capitulo 60

Ella

Despertaste porque sentiste que te levantaron, y cuando abriste los ojos, te diste cuenta de que Pedro estaba cargándote mientras te llevaba al cuarto, el beso su frente y vos volviste a acurrucarte contra él, y más cuando ambos se acostaron, lo necesitabas cerca, más cerca que nunca.

Hoy era sábado, y tu día había comenzado con Pedro abrazándote con su fuerza característica, como si fueras a escaparte. Sonreíste y saliste suavemente de entre sus brazos, intentaste con todas tus fuerzas ser lo más cuidadosa posible, para no despertarlo y poder darle una sorpresita…se lo merecía, por todo lo que te había bancado, por lo dulce y tierno que había sido con vos. Te cambiaste rápidamente y tomando tus cosas saliste a la calle para ir hasta la panadería y comprar sus medialunas preferidas, las que tenían dulce de leche adentro.

Caminaste lentamente y compraste las medialunas rápidamente, miraste el reloj en el celular y sonreíste cuando viste que todavía tenias tiempo. Saliste de la panadería dispuesta a acelerar tu paso, pero ese intento fue un poco inútil, porque sin querer queriendo, te chocaste con una pobre señora, a la que hiciste tirar lo que traía en la mano.

-¡Ay!, discúlpeme…no venia mirando mi camino, perdón, perdón—dijiste, mientras levantabas la cartera del suelo—

-No te preocupes dulzura—dijo una señora con una voz llena de amor, y cuando levantaste la vista, pudiste ver su enorme sonrisa—

-Tome…no fue mi intención—dijiste en forma de disculpa otra vez—

-No te preocupes, repitió—ella mientras tomaba tu mano—yo tambien venia distraída, estaba llamando a mi hijo que no me atiende el celular—dijo ella, un poco molesta. Vos sonreíste—

-¿Tan temprano lo visita?—preguntaste—

-es que si tengo que esperar a que el lo haga, lamentablemente voy a morirme esperando—dijo ella riendo, contagiándote a vos, sus ojos eran marrones claros, tirando a mieles, y te recordaron al bombon que estaba esperándote en tu camita—

-Ay no…capaz esta con mucho trabajo—dijiste vos—

-No…bueno si, pero ahora tiene una noviecita—dijo ella con picardía y diversión que te hizo reir—

-¿si?...uy, lo perdió entonces—dijiste—¿vive por aca cerca su hijo?—preguntaste—

-si, en el edificio de aca a la vuelta, pero parece que no esta, o no me quiere abrir la puerta—dijo ella, indignada—

-¿Cómo se llama su retoño?—dijiste divertida—

-Pedro—dijo, haciendo que tu corazon saltara, y tu mente se pusiera alerta—hoy no trabaja, pero de seguro esta con su novia—dijo ella con una sonrisa, Pedro tampoco trabajaba hoy, ¿seria el mismo Pedro, tu Pepe, tu amor?—

-¿Pedro cuanto?—te atreviste a preguntar—

-Pedro Alfonso—dijo y tu pulso se acelero, era la madre de tu amor, era tu suegra y la tenias frente a 

vos—¿y vos mi amor? ¿Cómo te llamas?—pregunto ella, y tu cara comenzo a arder—

-yo…me llamo Paula—dijiste vos, y ella te miro de arriba abajo, vos mordiste tu labio inferior para luego reir—su hijo esta conmigo—dijiste y ella abrio los ojos con sorpresa para luego reir—

-¿Sos la Paula de la que tanto me habla? ¡con razon!—dijo ella para luego abrazarte—sos tal cual te 

describio conmigo…hermosa y con una sonrisa que compra a cualquiera—dijo ella—mira las vueltas de la vida—dijo ella—

-asi que usted es Anita—dijiste—

-ah…por lo menos se acuerda de mi con vos—dijo ella haciéndote reir—

-¿quiere venir conmigo?, asi ve a su hijo—dijiste ofreciéndole ir a tu casa—

-¿no es molestia querida?...no me gustaría interrumpir—dijo ella y sonreíste—

-¡no! de ninguna manera, solo habia venido a comprar las medialunas para mimar un poquito a su bebe que se quedo durmiendo, por eso no la atendia seguramente—dijiste, mientras le indicabas para donde tenia que caminar—

-¿si?, ¿asi que mimando a mi bebe?—dijo ella sonriendo—

-si—dijiste. Y comenzaron a caminar hasta llegar al edificio—se va a poner contento cuando la vea—dijiste—

-ojala—dijo ella riendo, y juntas entraron al ascensor—me entere del lio en el que estan metidos—dijo Anita y vos bajaste la mirada—no te estoy juzgando para nada eh, solo estoy diciendo…pero, me gusta como esta Pedrito ahora, todo el dia sonriendo—dijo ella y le sonreíste—

-Si…pero digamos que todo exploto—dijiste y ella te miro, vos asentiste—si, mi hermana nos descubrió—dijiste y ella llevo la mano a su boca—

-¡que macana!—dijo ella—¿Cómo paso?—pregunto ella—

-es que yo tambien estaba trabajando para la empresa, para el aniversario—dijiste y ella asintió—soy la organizadora, por lo tanto tenia que estar en el salón donde se hace la fiesta, Pedro fue a verme, y en un descuido por parte nuestra, ella entro al salón…y bueno—dijiste suspirando—se enteró de la peor forma, y justamente estábamos poniéndonos de acuerdo para hablar con ella y paso todo esto—dijiste volviendo  recordar todo lo que habia pasado—

-¿y ahora? ¿Cómo estan las cosas?—pregunto ella y te encogiste de hombros—

-No se…obviamente muy mal, porque ahora mi hermana me odia, porque estoy muerta para ella, porque la traicione…y tengo miedo de que sea para siempre—dijiste y otra vez tus ojos se llenaron de lagrimas, el ascensor se detuvo y ella aprovecho ese momento para abrazarte—

-vas a ver que todo se va a solucionar, y las cosas van a volver a su lugar—dijo ella, mientras besaba tu mejilla—

-es lo que mas quiero, pero ni siquiera me permite explicarle…ayer fui a verla, tampoco me abrio la puerta, y solo me dijo un monton de cosas horribles—dijiste—y lo único que hice fue enamorarme de la persona que no debia…pero mi corazon fue el que eligió por mi—dijiste y ella te dio la sonrisa mas calida que te hubieran dado—

-El corazon de mi hijo tambien te eligio…y no se equivoco, sos una preciosura de persona—dijo haciéndote sonreir, vos sorbiste tu nariz y la abrazaste—

-bueno…dejemos las lagrimas y démosle la sorpresa a Pepe—dijiste y tomándola del brazo, abriste la puerta de tu departamento y dejaste que ella pasara—

-¡que hermosura de lugar!—dijo mirando a su alrededor, vos sonreíste—

-muchas gracias—dijiste vos—siéntese Anita, ¿quiere café? ¿mates?, ni siquiera habrá desayunado—dijiste, mientras sacabas un plato para poner las medialunas y en otro los bizcochos que habias comprado—

-no te preocupes—dijo ella sonriendo—con un café esta bien—dijo ella y asentiste—¿Vas a despertar a mi bebe?—pregunto ella—

-¿quiere que lo despierte?—preguntaste—

-no, ¿sabes que?, charlemos mejor—dijo ella haciéndote reir—

-encantada…espero que no se aburra, soy de hablar mucho—dijiste y ella rio—

-me parece que tenemos algo en común—dijo ella—sos muy flaquita—dijo ella y vos reíste—

-Porque la genética me acompaña…pero dios…no se imagina todo lo que como—dijiste, y en ese momento, apareció alguien por el pasillo que las hizo sonreir a ambas—

-¿mi amor?—dijo Pedro refregándose los ojos—¿Por qué hablas tan fuerte?—pregunto el, mientras te buscaba con la mirada, y por fin te encontró…

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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Sesenta que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

 me gustaría saber si les gusta y leerlas.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE  TWITTER.  

mañana subo nuevamente y con 10 comentarios o mas ehhh