Capitulo 77

El

La mirabas y no podías creer que la tuvieras en tus brazos, sin mencionar las enormes ganas de reír que tenías, al verla cabecear y cerrar sus ojos mientras veían la televisión.  Besaste su frente muy sentidamente, y te moviste un poco, la llevarías hasta la cama, así podría descansar tranquila, y vos podrías empezar a preparar el almuerzo.

La dejaste sobre la cama, y le sacaste las zapatillas para que pudiera dormir comoda un rato, ella se acomodo y sin darse cuenta que la habias cambiado de lugar, volvió a caer en un sueño profundo…bah, uno del que ni siquiera habia salido. Saliste del cuarto lo mas suavemente posible y sin hacer ruido, y te dirigiste a la cocina para ver que podias hacer…y bueno, te encontraste con la heladera vacia. No creías que Pau fuera a despertar por un buen rato, asi que decidiste salir a comprar lo necesario.

Mientras caminabas, escuchaste tu celular sonar…era tu mama. Sonreíste.

-Buenas—dijiste, en un cantito mientras sonreías—

-Epa…¿nos levantamos optimistas hoy? ¿Qué paso que se te escucha contento?—pregunto tu mama, y quisiste reir, ¡si se enterara que iba a ser abuela, moriría en el acto!—

-Nada… me levante de buen humor nada mas—dijiste—

-Ajam…¿Por qué no fuiste a trabajar hoy?—pregunto, y puteaste a tu papa mentalmente—

-Tenia que hacer unos tramites—dijiste, intentando restarle importancia y tratar de transmitirle lo mismo  a tu mama—

-Claro…¿venis a almorzar hoy?—pregunto, y sonreíste—

-No—dijiste—

-¿Por qué?—pregunto entre sorprendida e indignada. Las ultimas semanas habias ido a almorzar con ella—

-porque no puedo—dijiste mientras entrabas al supermercado—

-Pedro Alfonso…quiero saber ahora mismo lo que me estas ocultando—dijo ella—

-Mama…ahora no puedo hablar, estoy entrando al supermercado a comprar mi almuerzo…te llamo mas tarde, ¿si?, te amo, chau—dijiste, y ni siquiera esperaste a que te respondiera, cortaste automáticamente mientras reías…ibas a tener una catarata de mensajes luego de esto—

Una vez que agarraste un carrito, decidiste que tendrías que reabastecer tu heladera y tu alacena, por el bien tuyo y el de Paula…y ahora el de tu bebe. Compraste miles de las galletitas que Paula amaba, y también otras de sus tentaciones. Luego pasaste a pensar en el almuerzo de hoy, y en el de los próximos días…Sonreíste, ni siquiera sabias si comerías en tu casa o en la de Pau, pero por las dudas.

Cuando terminaste de pagar todo, volviste a casa con miles de bolsas en las manos, hace tanto no ibas de compras que habías perdido la costumbre. Dejaste las cosas sobre la mesa y te dirigiste a la habitación, tu bella durmiente seguía en estado de coma, relajada y hasta podrías jurar que sonreía, haciendo que te contagiaras y sonrieras, era hermosa…y era tuya.

El menú elegido, eran ravioles con salsa, una que vos misma prepararías…y lo único que esperabas era que le gustara. Así que lo hiciste con todo el amor y paciencia del mundo, y cuando terminaste, escuchaste un grito que venia desde la habitación, y con la mas grande de las sonrisas hiciste acto de presencia.

-Mi amor…pense que me dejaste sola—dijo ella y te acercaste a la cama—

-hola mi bella durmiente…no, jamas, te quedaste dormida mientras mirábamos tele…y espero que se te haya pasado el sueño porque falta poquito para comer—dijiste vos, y te sentaste a su lado, ella dejo un beso en tus labios—

-¿estas cocinando?—pregunto ella y besaste su frente—

-obvio—dijiste y ella sonrio mientras comenzaba a refregar sus ojos—

-¿dormi mucho?—pregunto ella y miraste tu reloj de muñeca—

-Unas dos horitas—dijiste y ella se sorprendio—

-wow…ni cuenta me di—dijo ella y vos la abrazaste—

-te amo—dijiste y besaste su cuello—

-yo tambien—dijo ella, y de repente empezaste a sentir que te empujaba, te separaste para mirarla y segundos despues, la viste correr al baño. Frunciste el ceño y rápidamente te levantaste de la cama para ir con ella, quien cuando te vio, comenzo a hacerte señas con su mano para que te alejaras—¡No! no te acerques…por favor—pidio ella-

-¿Qué pasa Pau?—dijiste, un poco asustado, y te acercaste un poco mas—

-¡No Pepe!—dijo ella, y la viste acercarse al inodoro para vomitar, te acercaste para agarrar su cabello—Sali—dijo ella, un poco irritada—

-¿Qué pasa mi amor?—preguntaste, entre asustado y desesperado por no saber el motivo por el cual vomitaba y queria que te alejaras—

-¡me da nauseas tu perfume!—dijo, entre arcadas…y volvia a vomitar. Automáticamente te levantaste del suelo—

-¿mi perfume?...pero si es el mismo de siempre…y a vos te encanta—dijiste mientras te sacabas la camiseta y la olias…y la veias abrazarse al inodoro—

-ya se…pero me da asco—dijo ella, levantándose de a poquito y yendo hacia el lavabo para enjuagar su boca—

-¿queres que me bañe?—preguntaste—disculpame mi amor…no sabia—dijiste con un poco de culpa, ella levanto la vista y te miro mientras mordia su labio inferior—

-yo tampoco…me acabo de enterar—dijo ella sonriéndote—

-¿vas a poder comer?...te prepare el almuerzo con mucho amor—dijiste y ella te miro con ternura—

-Obvio que si…ahora tengo hambre—dijo ella haciéndote estallar en risas, hace segundos estaba vomitando—

-Loquita—dijiste tirándole un beso—voy al otro baño a ver si puedo sacarme el perfume de encima—dijiste, e hiciste exactamente eso-

Te diste una ducha relámpago, y luego de ponerte un pantalón del pijama, fuiste a la cocina, para ver la mesa preparada.

-Ei…terminaste—dijo ella, y te acercaste para darle un beso—

-¿Ahora no te doy asco? ¿ya se me fue el mal olor?—preguntaste haciéndola reir, ella te dio un beso—

-Si…parece que ya paso…¿podemos comer?—pregunto ella y reíste—

-si Pau…ya sirvo—dijiste volviendo a besarla—

Te encargaste de servir la comida…y te sentiste tan feliz, de verla disfrutando de su almuerzo, de ver que le habia gustado lo que con tanto amor habias hecho para ella.

-esta muy rico mi vida—dijo ella, comiendo el ultimo raviol del plato—

-Muchas gracias…lo hice para vos—dijiste guiñándole un ojo, ella sonrio y te tiro un beso. En ese momento, el celular de ella comenzo a sonar, y te sonrio al atender—

-¡Anita!—saludo ella alegre, y la miraste frunciendo el ceño—si…¿yo? ¿con Pedro?...nah, nada que ver—dijo ella riendo—no la estoy boludeando…¿verdad mi amor que no estas conmigo?—dijo ella, estallando en risas—si…esta conmigo—dijo ella mientras te tiraba un beso, vos negaste con la cabeza mientras sonreías, no la iba a dejar en paz—bueno…ahora le digo que la llame…si, no se preocupe—

Los segundos posteriores…estuviste pintado al oleo, Paula se habia quedado hablando horas con tu madre, obviamente sin contarle el noticion, pero hablando en fin…en el fondo…te encantaba la relacion que tenian…y si ahora la amaba, no querias imaginar cuando se enterara de que iba a hacerla abuela…Estabas entre nubes de algodón, todo era tan lindo…que tenias miedo de que tu burbuja se pinchara, de que todo fuera un sueño, pero…era real, ibas a ser papa…y Paula estaba ahí…con vos.

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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Setenta y seis que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido. 

 me gustaría saber si les gusta y leerlas.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE  TWITTER.  

mañana subo nuevamente y con 10 comentarios o mas ehhh.